Aromas del Más Allá - Los Olores Como Manifestación Espiritual

 Una de las señales más comunes que utilizan los espíritus, es sin lugar a dudas el aroma. Aunque en ciertos casos, en momentos previos a desencarnar también puede hacerse presente esta manifestación.

Médicos y enfermeras dicen sentir con frecuencia estos aromas cuando los pacientes están por marcharse a otro plano de existencia. Son como perfumes del cielo que penetran en la tierra, una fragancia suave que aparece cuando el velo entre los mundos se abre.

En ocasiones, cuando el personal del hospital siente estos olores, los hospitalizados alegan haber recibido visitas de familiares o conocidos que se han adelantado y han partido antes de este mundo.

Utilizando los aromas, nuestros seres queridos que han partido a otro plano de existencia, nos informan de su presencia y nos hacen saber que están junto a nosotros.

A veces los familiares pueden percibir el aroma al perfume que usaba el fallecido, una colonia, el tabaco que fumaba habitualmente, la fragancia de su ropa o hasta el olor a su comida preferida.

Para muchos, la percepción de olores puede tratarse de un fenómeno común y con una explicación racional, lo que no saben es que la aparición de olores repentinos es una de las señales más comunes de las manifestaciones paranormales, ya que, por lo general, el olor de alguna manera está relacionado con el espíritu, de modo que es una clave importante en su mensaje del más allá.

 

La ciencia ha demostrado que el olor y la memoria están fuertemente conectados, ¿Qué mejor forma para que los espíritus y demás entidades nos hagan saber que están presentes mediante un perfume repentino e inexplicable?

La aparición de estos aromas puede desencadenar instantáneamente una comunicación con los espíritus sin causar alarma a quien lo percibe.

También, uno de los olores más frecuentes es el de “esencias florales” pues el olor a flores frescas es atribuido a quienes han fallecido recientemente. Quienes lo han vivido, alegan en su mayoría que esta manifestación aromática viene acompañada de una hermosa sensación de paz e internamente saben que es un mensaje de su ser querido, como diciendo “estoy bien”.

Pero cuando el aroma es nauseabundo nos informa sobre la presencia de seres oscuros, espíritus infelices, poco amistosos o incluso hasta lo que conocemos como demonios.

En casi todas las infestaciones de casas se manifiestan esos feos olores como a moho, huevo podrido o azufre, y de alimentos en mal estado que desprenden el hedor de los seres del bajo astral.

 

Por otra parte, el aroma dulce a rosas es percibido en lugares de apariciones marianas. Y los videntes dicen que al momento de notar esas deliciosas fragancias es cuando se hace presente la madre de Jesús.

Asimismo, ha sucedido con algunas imágenes religiosas, que de la nada, comienzan a desprender el floral aroma, como por ejemplo, la Rosa Mística.

Pero la manifestación más popular de presencia celestial por aromas, es cuando se reza el rosario. Muchísimas personas alrededor del mundo afirman con asombro y alegría haber sentido esto.

También son signos de curación, aparecen a veces como señal de que la persona está curada del mal o enfermedad que la aquejaba.

También está lo que se llama el olor a santidad. Los estigmas de la pasión de Cristo del Padre Pío, de San Francisco de Asís, de la Madre Esperanza y de casi todos los estigmatizados, despedían ese olor a santidad. Y las vendas que los cubrían también, conservando el aroma luego de mucho tiempo e incluso hasta luego de lavadas.

También ese olor sale de los objetos que se sabe que han utilizado durante su vida y de las reliquias que tocaron los santos y sus propios cuerpos, luego de ser exhumados.

No es necesario ver para creer, sino creer para ver o en este caso, oler.