Para ciertas personas, generalmente temerosas o que están pasando por un momento emocional delicado, sea cual fuere la causa; su práctica no es aconsejable. En esos momentos uno pierde la objetividad y puede confundir la realidad con el deseo.
Corremos el riesgo de convertir la experimentación en una obsesión. Friedrich Jürgenson, uno de los más célebres pioneros en la TCI, llegó a sufrir una necesidad enfermiza por contactar con los espíritus, al punto de aislarse del mundo exterior, recluyéndose en su laboratorio.
Jürgenson terminó por sufrir alucinaciones auditivas, creyendo oír voces escondidas en los ruídos más absurdos, como en el simple chirrido de una puerta.
Otra de las consecuencias de practicar la Transcomunicación en momentos emocionalmente frágiles, es sufrir Pareidolia, el cuál es un fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio es percibido erróneamente como una forma reconocible, en nuestro caso una voz, pronunciando alguna palabra.
Si creemos oír voces sin la ayuda de un grabador, sin que tengamos algún tipo de mediumnidad, sería bueno tener en cuenta la visita a un médico especialista.
Existen patologías donde el individuo al escuchar sonidos primitivos elementales (acúfenos), los transforma delirantemente en voces plenas de contenido.
NO convertir el fenómeno de la transcomunicación Instrumental en una religión y mucho menos creer todo lo que los espíritus nos dicen.
No nos dejemos engañar por esa extraña complicidad que se genera entre el investigador y el ente paranormal y nos creamos "elegidos" por Dios; porque podemos pasar de ser investigadores a ser nosotros los investigados. O algo mucho más mundano, que pasemos a descuidar nuestra propia realidad y nuestros quehaceres cotidianos.
Corremos el riesgo de convertir la experimentación en una obsesión. Friedrich Jürgenson, uno de los más célebres pioneros en la TCI, llegó a sufrir una necesidad enfermiza por contactar con los espíritus, al punto de aislarse del mundo exterior, recluyéndose en su laboratorio.
Jürgenson terminó por sufrir alucinaciones auditivas, creyendo oír voces escondidas en los ruídos más absurdos, como en el simple chirrido de una puerta.
Otra de las consecuencias de practicar la Transcomunicación en momentos emocionalmente frágiles, es sufrir Pareidolia, el cuál es un fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio es percibido erróneamente como una forma reconocible, en nuestro caso una voz, pronunciando alguna palabra.
Si creemos oír voces sin la ayuda de un grabador, sin que tengamos algún tipo de mediumnidad, sería bueno tener en cuenta la visita a un médico especialista.
Existen patologías donde el individuo al escuchar sonidos primitivos elementales (acúfenos), los transforma delirantemente en voces plenas de contenido.
NO convertir el fenómeno de la transcomunicación Instrumental en una religión y mucho menos creer todo lo que los espíritus nos dicen.
No nos dejemos engañar por esa extraña complicidad que se genera entre el investigador y el ente paranormal y nos creamos "elegidos" por Dios; porque podemos pasar de ser investigadores a ser nosotros los investigados. O algo mucho más mundano, que pasemos a descuidar nuestra propia realidad y nuestros quehaceres cotidianos.
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